Carta de Presentación

Hola, queridos amigos, lectores del Libro de la luz.

Este libro es el primero de la serie Los libros que curan. Hasta el momento dicha serie abarca 4 libros y una recopilacion de oraciones selectas, fórmulas y prácticas espirituales.

Estas lecturas son extraordinarias. Son libros energéticos, de graduación espiritual ascendente a nivel de vibraciones. Cuando uno los lee, se une al mundo celeste de la Luz sin el menor peligro, de la manera más inocua.

Las personas más limpias, con sensibilidad más desarrollada, lo perciben enseguida. El contacto con los mensajes les provoca las más variadas sensaciones, la mayoría de las veces es el sentimiento de frío o calor en el cuerpo y también una especie de cosquilleo. Muchos lectores hablan de una sensación de tranquilidad, de levedad y sentimiento de alegría sin ningún motivo especial. Los temores retroceden y son vencidos.

De hecho, para sentir la influencia positiva de los mensajes de Luz, uno debe ser consecuente en su esfuerzo y en su trabajo con los libros. Es importante desear el cambio, el crecimiento, el desarrollo de las virtudes en uno mismo. Y cuáles son estas virtudes,se comprenderán de la lectura de los libros.

Después de la publicación del primer libro, muchas personas empezaron a llamarme y escribirme para agradecer y compartir conmigo los cambios que han experimentado, contarme de lo que ha mejorado en sus vidas, las ayudas y las sanaciones que han recibido.

Bueno, parece que ya va siendo hora de presentarme: Me llamo Diana Méchkova. Tengo 60 años, tengo una familia feliz y amigos excelentes. Vivo en la capital de Bulgaria, Sofía y soy médico de profesión.Muchos años ejercí la profesión de pediatra, pero ya más de 15 años me ocupo de medicina alternativa. Soy especialista en diagnóstico informático del cuerpo humano y hago uso de los métodos naturales de curación.

En la esfera del diagnóstico informático hay índices del campo biomagnético o de la cantidad de bioenergía en el organismo humano. Una vez decidí hacer un experimento. Medí los valores de mi propio campo y después empecé a rezar el Padrenuestro y el Símbolo de la fe.

Recé también, de todo corazón, otras oraciones canónicas pero también añadí mis propias palabras.

Acto seguido volví a medir con el ordenador mis índices energéticos. Estaba curiosa por averiguar si mi campo bioenergético reaccionaría aumentando sus valores.

A decir verdad, me quedé maravillada al ver cómo subieron los índices. Casi todos los datos señalaban un mejoramiento en las funciones de mi organismo.

De esta manera, y con la ayuda de los aparatos técnicos, recibí una peculiar confirmación de que el mundo espiritual sí, de verdad existe: al rezar de todo corazón, su energía nos llena. Gracias a nuestra unión con el mundo celeste nosotros recibimos el “combustible” necesario para el funcionamiento óptimo de cada célula de nuestro cuerpo al igual que para poder cumplir con éxito las tareas del día. Dicha energía es necesaria también para los procesos de autosanación del organismo si es que hay alguna enfermedad.

En el año 2007 tuve una experiencia que en su momento me chocó pero que sigo experimentando aún hoy en día;cada vez que le rezo a la Virgen y la llamo, empieza a correr inmediatamente por todo mi cuerpo un agradable calor celeste y benéfico. Este calor trae consigo la sensación de levedad, seguridad, dulzura y alegría. Al mismo tiempo se abre un canal de información de Luz. Todos mis libros, Los libros que curan, son fruto de esta relación celeste de Luz. Y es que no oigo voces, la relación que tengo es energético-informativa, es decir, la información llega a mí junto con la energía celeste.

Muchas veces, estando en la iglesia, veo cómo la Virgen o Jesucristo tienden sus brazos desde los iconos y acarician a la persona que tienen delante. Ellos nos aman, nos besan y están dispuestos a hacerlo todo por nosotros, basta con que nosotros nos acordemos de ellos y los llamemos en nuestra ayuda.

Mis lectores me preguntan en qué aspecto se me aparecen los Seres de Luz que veo. La mayoría de las veces ellos vienen a mí como esferas claras de denso color azul o violeta o como círculos de diferente tamaño. Poco a poco empalidecen y desaparecen. Lo que más les gusta es estar cerca de las plantas de mi jardín. También he visto intensas luces de color blanquiazul. Esto ocurre cuando vienen los Seres de Luz de las jerarquías supremas. Los angelitos aparecen en forma de puntitas de brillante color azul, dorado o blanco, brillan y se van rapidamente. A veces las lucecitas asemejan un enjambre, otras veces son como un grupo compacto o como una sola luz. Los veo en mi hogar, en las iglesias, entre la naturaleza. Pero esto no pasa cada día sino solo cuando lo he merecido por mi trabajo espiritual, dedicándole todo mi corazón, o por mis esfuerzos al redactar los libros con los mensajes.

Cuando uno vive un largo periodo de tiempo en esta relación celestial, se lleva a cabo en él un proceso de purificación. Su nivel de vibraciones aumenta y la persona empieza a tener la capacidad de ver a los seres espirituales. Pero, sin embargo, cuando uno está pasando largas horas en esta unión con el mundo celeste, el cuerpo de las bajas vibraciones empieza a rebelarse, dándole un aviso. Se siente amenazado y es cuando uno debería dar fin al contacto.

Al final del libro y también en esta web, hay fotos extraordinarias que documentan la presencia de los Seres de Luz. Si ustedes también tienen hermosas fotografías celestes o fotos de impresionantes lugares energéticos, naturales o históricos de sus bellos paises, les agradecería que me las enviaran por esta web.

También recibo instrucciones de dónde viajar para recibir la energía de diferentes lugares espirituales. Dicha energía me penetra y de esta manera entra también en los libros, y de estos, en ustedes.

En cierta ocasión le pregunté al Cielo qué fue lo primero, el Amor o la Luz. Y me respondieron que lo primero es el Amor y a consecuencia del Amor, el resultado es la Luz.

Y también nos dice el Evangelio que Dios es Amor. Así que la Luz es una sustancia divina. Todas las fotos, relacionadas con ella, son la presencia de Dios y son un regalo inapreciable para nosotros. Estas fotos también aumentan el poder de las vibraciones de los libros.

El Libro de la Luz no es solo una lectura celestial agradable que nos llena de Amor Divino, sino que tambien, la pueden usar ustedes para curarse. Solo tienen que ponerla en aquel lugar de su cuerpo donde hay algún problema. Principalmente en el lugar enfermo o adolorido.

Cada mañana al despertarme, yo misma coloco el libro por unos 5 o 10 minutos sobre mi pecho y siento en el corazón cómo la gracia divina corre por todo mi cuerpo. De esta manera me purifica, me cura y me llena de fuerza, paz y Amor.

De cómo empezó mi relación con el mundo celeste de la Luz y de cómo el libro ha ayudado a tantas personas, se lo revelará el propio libro, si lo leen claro. En esta web encontrarán tan solo mensajes aislados del contenido del libro y fotos. Tal vez este libro es su libro, predestinado a ser el mejor amigo y ayudante en su vida…

Antes de la lectura de cada mensaje, pidan ustedes que todo lo que pase sea fácil y tranquilo, que ayude a mejorar la buena salud, que sea positivo, de paz, Luz y armonía, para el supremo Bien de todos. La ley de la libre elección es una de las principales leyes del Universo.

¡Sigan siempre a su corazón!

¡Un abrazo de todo corazón!

Diana Méchkova